lunes, 21 de abril de 2014

Ritual Wakchakaray en el cementerio

OTAVALO. Es tradición para los pueblos indígenas de la provincia, en esta fecha y otras, recordar a los seres queridos que se adelantaron al más allá. Ayer en elcementerio indígena de la ciudad, miles de personas estuvieron presentes y participaron en el ritual 'Wakchakaray'.
Ritual. La ceremonia ritual, dio inicio a las 9 de la mañana. Yuru Parayaku, hambi yachak del pueblo natabuela, fue el encargado de la organización de todos los detalles que forman parte de la 'mesa ritual'. Comida cocida, frutas, flores rojas y blancas, esencias aromáticas, palo santo y velas, se acomodaron tomando en cuenta los cuatro puntos cardinales, en una mesa ubicada en el centro del cementerio.
Ofrendas. Las personas que llegaban hasta el camposanto, al ver que se estaba realizando esta ceremonia, acudieron con sus ofrendas hasta donde los organizadores, quienes acumularon una buena cantidad de alimentos donados por los visitantes y por quienes se elevó plegarias al momento durante la ceremonia.
wakchakaray. 'La Semana Santa es un momento de reflexión, tanto en el mundo andino como en el mundo cristiano', explica Jesús Cachimuel, representante del cementerio indígena. Wakchakaray tiene dos palabras kichwas, Wakcha, que significa o se lo interpreta como un sinónimo de abandonado, solitario, alejado de la convivencia con la pachamama; y Karay, que significa brindar, dar. 'Esta ceremonia se realiza por la necesidad de comunicarse con los que ya no están con nosotros, por la necesidad de pedir una guía ante cualquier dificultad que se esté atravesando', explica Cachimuel.
Opinión. Rumiñahui Anrango, habitante de la comunidad Turucu del cantón Cotacachi hace referencia a la importancia que tienen los 4 mundos para los pueblos indígenas. (Kay pacha o el mundo que habitamos, hawua pacha, el mundo de arriba, uku pacha, el mundo de adentro, chayshuk pacha y el mundo de los espíritus). 'El chaysuk pacha, siempre nos está acompañando y por eso hay que recordar que nosotros somos parte de un círculo que tenemos la vida en este mundo y tendremos vida en el otro mundo y por eso es necesario agradecer y recordarles que siempre están con nosotros a los que ya se adelantaron', dice Anrango.
Práctica común. La ceremonia duró aproximadamente una hora. Pero cada familia que llegaba al cementerio lo hacía llevando comida, la que más le gustaba al familiar muerto, y desde el sitio en donde se encontraba enterrado su pariente, realizaban esta ceremonia, para lo que buscaban a una persona que eleve oraciones cristianas y cánticos kichwas al espíritu que descansaba en el cementerio.
Una vez concluida la ceremonia andina se realizó también una ceremonia religiosa en idioma kichwa, ya que la mayor parte de visitantes de ese día venían de las comunidades aledañas a la ciudad. Las ofrendas se enterraron y también se repartieron entre los asistentes.
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